
La forma más deprimente de hacer que fallezca un animal en el cine es ponerlo a dormir. Durante la película entera nos enamoramos del perrito Marley, y cuando muere por eutanasia solo nos quedó entristecernos más.
Luego de ver por primera vez The Lion King cuando era niña, quedé tan deprimida que no pude volver a mirarla sino hasta después de 10 años. Al pasar la escena donde Simba pierde a su padre, uno de los momentos más tristes de la historia del cine de animación, los divertidos Timón y Pumba lograron...