Ed Moseley vive en una casa de asistencia, tiene 86 años y un corazón de oro. Y eso quedó demostrado cuando se enteró de una iniciativa que un hospital local estaba llevando a cabo, en donde buscaban voluntarios para tejer gorros para mantener calientitos a los bebés prematuros.
miércoles, 23 de noviembre de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario