Aceptémoslo: todos hemos tenido flojera alguna vez, hemos querido zafarnos de nuestras responsabilidades o, al menos, encontrar la manera de hacerlas con el menor esfuerzo. Sin embargo, hay personas tan flojas, que les da pereza hasta respirar y ya hubieran muerto si no fuera porque la respiración es un proceso autónomo.
miércoles, 9 de noviembre de 2016
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